El cual decía entre otras cosas lo siguiente:
ENRIQUETA ESTELA BARNES de CARLOTTO, nacida en 1931, L.C. 3.102.995, docente jubilada, presidenta del grupo activista “Abuelas”. Compañera y amiga de Marta Bignone (hermana del Gral. Bignone) en la Junta de Calificación Docente de las escuelas Laines de la Provincia de Buenos Aires.
Según declaró en el juicio a las juntas militares (16/05/85), en 1977 se entrevistó con el Gral. Bignone (entonces Secretario Gral. del Ejército), en la casa del militar en Castelar (la misma que tiempo después fue destruída por una bomba terrorista). La mujer dijo saber entonces “perfectamente” que sus dos hijas militaban clandestinamente en las filas del terrorismo, y que “ya había asumido resignadamente tal problema”.
(Lo que también declaró en esa oportunidad, pero que luego se cuidó bien de difundir es que su yerno es hermano de María Claudia Falcone, terrorista montonera idealizada en "La noche de los lápices", ejemplo claro de la mentirosa propaganda subversiva tal cual se demostró en los envíos del 23 y 30/06/04. Y todo queda en familia...).
La realidad, que consta en la causa originalmente ante el juez Bagnasco, es que en el caso Carlotto no hay testimonios ni evidencias sobre embarazo, parto y sustracción de menor, no hay cuerpo del delito y no se aplica inversión de la prueba.
Debe recordarse que esa misma causa, y pese a los esfuerzos mediáticos de insertar en la sociedad la mentira de “500 niños desaparecidos” (aunque sólo existen 230 denuncias), comenzó procesando 194 casos de chicos supuestamente apropiados, que la Cámara de Apelaciones anuló todo lo actuado, por lo cual Bagnasco procesó nuevamente, pero sólo 34 casos, que la Cámara redujo -por falta de pruebas- a los 22 casos actuales bajo proceso. VEINTIDOS, sobre los QUINIENTOS que la Carlotto alega.
La cruda realidad es que gente como la falsa abuela Carlotto tiene acceso directo al presidente montonero, influye en las decisiones referidas a la Educación y a la Legislación para nuestros hijos menores, tiene injerencia en los asuntos jurídicos y vaya a saber qué más.
Reitero mi pedido el comienzo: cuanto más difundamos esta información, menos argentinos se verán engañados por este siniestro personaje.
Estoy seguro que estarán pensando mil cosas en este momento al finalizar de leer esto.
Les dejo la respuesta, entonces, de Paula:
Hola
No puedo evitar responder este mail. Son muchas las cosas que me asustaron mientras leía el informe sobre Carlotto. Sinceramente no viví en esa época pero siempre me mantuve informada y es algo que me interesa demasiado como para dejar pasar la oportunidad de expresarme. La década del 70 fue la última de aquel siglo en donde había personas que luchaban por un mundo mejor; en donde la palabra ideología era aun una palabra conocida por todos y marcada a fuego en cada una de ellas, y no un mero conjunto de letras ubicadas en una página del pequeño Larousse ilustrado, la cual ya nadie busca. Fue la última década en donde aun se creía que se podía hacer algo por el otro y valía la pena hacerlo. Fue la última década en donde la palabra utopía no era tan utópica y marcaba un camino. Fue la última década en la cual la politica no se reducía a un corte de ruta o a un acto en Plaza de Mayo. Política hacían todos desde los barrios, desde las villas, desde las iglesias tercermundistas, desde las escuelas, desde las facultades. Se podía estar de acuerdo o no, pero se creía en algo y se luchaba por eso. Se luchaba...muchos acusan de terrorismo... se luchaba.
Ahora sí, si hay una institución que no puede hacer terrorismo es el Estado...no puede ni debe haber terrorismo de Estado. Terrorismo es instaurar el miedo en la sociedad para que esta obedezca sin pensar. Terrorismo es capturar a miles de estudiantes (secundarios terciarios y universitarios), a miles de militantes, a miles de docentes, a miles de trabajadores, a miles de periodistas, a miles de artistas, a miles de personas por figurar en la agenda de un estudiante, de un militante, de un docente, de un trabajador, de un periodista, de un artista. Terrorismo es torturar por pensar distinto. Terrorismo es condenar sin juicio previo. Terrorismo es matar y tirarlos al rio o al mar. Terrorismo son los 30.000 desaparecidos. Terrorismo es apropiarse de cientos de niños. Y en estos dos últimos puntos me quiero detener. Es común escuchar decir que no fueron 30.000 los desaparecidos y que sólo son 22 los niños apropiados. ¿Acaso es menos asesino el que asesinó sólo a una persona, es menos violador el que sólo violó una vez?. 30000 personas ya no caminan entre nosotros, otros miles se exiliaron, cientos de niños fueron criados en una mentira, muchos aun no lo saben. H.I.J.O.S es una agrupación con mas de 22 miembros y tanto las Abuelas como las Madres de Plaza de Mayo fueron las únicas que apagaron la novela de la tarde y salieron a arriesgar su vida pidiendo justicia mientras todo un país metía la cabeza en un agujero y sólo salió para festejar el mundial.
Hoy esto parece lejano, pero aun sufrimos las consecuencias. Ya nadie considera valioso luchar por algo, mucho menos por un ideal. Ya no importa el otro y no vale la pena hacer algo por él. Ya nadie cree en nada ni en nadie. Ya es lo único que importa, el futuro es lejano y abstracto como para preocuparse por él. Muchos me acusan de idealista, pero no pierdo las esperanzas ni las fuerzas, no pienso bajar los brazos ante la injusticia ni la mentira. No pienso quedarme de brazos cruzados. Pienso. Esto puede cambiar. Está en nosotros ver que las formas de opresión cambiaron y hacer algo por revertirlo. Está en nosotros, y como dice Raly Barrionuevo en una de sus canciones 'política hacemos todos al caminar'.
Paula
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