Dominación

¿Con que se sustenta nuestra incapacidad histórica de acción frente a la dominación? ¿Es realmente algo que pertenece a nuestra propia naturaleza de ser unos dominados, otros dominadores y otros rebeldes? Desde luego que esto no lo creo así, pero tampoco creo que una respueta a ésta interrogante sea tan simple dar. Para sintetizar la explicación creo yo que se podría decir que somos y tenemos un poco de todo eso. Pero definitivamente tenemos también la capacidad de cambio no sólo en nuestras costumbres sino también en nuestras ideas y, por tanto, la idea que deberíamos plantearnos sería cual posición estamos preparados para tomar y si existen también otras posturas frente a el desafío que nos presentan las relaciones humanas.

Desde mi punto de vista según la particularidad individual de la persona, la sociedad de hoy en día genera estas tres formas de reacción (y no reacción) frente a los demás. Probablemente todos nos desplazamos entre las tres durante las diferentes situaciones que vivimos diariamente a pesar de pretender destacar alguna más que otra, o de simplemente tener una tendencia por alguna en particular.

Pero creo yo que así como una sociedad puede generar estas (y tantas otras cosas terrible más), puede también generar una sociedad donde no haya dominadores y por lo tanto tampoco dominados. A esto le suelen llamar utopía. Ese es el nombre asignado por la gente que jamás confió en su propia existencia, y por eso no cree en toda la existencia humana. Algunos alejados de la realidad humana directamente, atraídos y obnubliados por la telaraña religiosa, y otros simplemente entregados a la sumisión producto del legado cultural- social recibido a travès de la familia que, aunque pueda estar alejado del dogma religioso, está directamente conectado con él al revisar dentro de las raíces y las bases que lo sostienen.

La libertad individual no existe sin la colectiva, asì como tampoco la dominaciòn individual tendrìa cabida sino fuera algo general en una sociedad. Es obvio que asì como Hitler, Mussolini o Stalin necesitaron del apoyo del pueblo para lograr sus objetivos, tambièn lo necesitaron Lenin, Fidel Castro o el mismo Chavèz, por ejemplo en la actualidad. Pero en todos estos casos estamos hablando de legitimaciòn de poder, que podrìa denominarse tambièn como "entrega" del poder desde el pueblo. El pueblo no ha hecho a travès de la historia màs que "entregar" el poder que le es propio. Hasta ahora el pueblo no ha sabido entender su enorme capacidad. Este poder entregado en pos de la sumisión es el que debe transformarse en el poder de la emancipación.

Sabemos que el poder en manos de algunos solamente, por más revolucionario que intenten ser nunca puede beneficiar a los que no lo tienen, porque ese poder corrompe, ya que da la posibilidad de tomar decisiones por los demás y aunque así no lo hiciese no va a poder hablar por todos nunca porque somos todos demasiado diferentes como para confluir en algo tan acotado.

Es sólo con la libertad individual garantizada cuando el poder del pueblo se convierte en emancipatorio y justo para todos por igual.

Por lo tanto es solamente el mismo pueblo el que tiene en sus manos la herramienta con la cual recobrar esa libertad y nadie más que el pueblo mismo con su propia acción va a poder liberarse.

La solidaridad, la cooperación, la sensibilidad, el compromiso, el compañerismo, la rebeldía, la voluntad de trabajo y el amor, pueden ser lo que le den forma a ésta gran empresa.

Cuando el corazón comienza a agigantarse con estos sentimientos hasta desbordar los sentidos, el fervor revolucionario estalla en nuestra consciencia, se refleja en nuestra vida cotidiana y se comienza a propagar. Desde ese momento en adelante nunca puede detenerse.